Del Informe Brundtland de la ONU, surgen dos corrientes de pensamiento paralelas. La primera señala las inconsistencias de nuestro modelo de crecimiento económico y la segunda establece principios y busca un nuevo modelo productivo.
Así surge la búsqueda de un crecimiento sostenible que, además de preservar bosques y ríos, sea socialmente igualitario.
Los autores comentan que donde las técnicas de producción se muestran degradantes por sus contenidos mecánicos y químicos, se desarrollan tensiones que configuran ambientes para la innovación en procesos de base biológica – biotecnologías.
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