El estudio investiga el vínculo entre la deforestación y la producción de productos básicos, así como las políticas de aplicación capaces de detener la destrucción de los bosques. Según los investigadores, entre 2018 y 2016, el Reino Unido necesitó 21,3 millones de hectáreas a nivel mundial para producir siete de los principales productos básicos consumidos. Como técnica de afrontamiento, los expertos recomiendan la creación de políticas de inspección y control de las cadenas productivas, aliadas al boicot a los productos cultivados en áreas de deforestación.