El país ya no puede debilitar las leyes y quedarse atrás en la economía verde.
La emergencia climática ha llevado a países como Estados Unidos y Reino Unido a comprometerse públicamente a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 50% para 2030 y neutralizarlas para 2050. Estas decisiones son un reflejo de la nueva economía y la geopolítica global. , que ve el tema climático como un componente estructural. Brasil, sin embargo, insiste en ir contra la corriente.
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