Según un informe publicado por McKinsey, de 2021 a 2050, se necesitarán US$ 3,5 billones adicionales en gastos anuales para hacer la transición a una economía más limpia, cambiando las inversiones de altas emisiones a opciones de bajas emisiones.
También según el documento, las instituciones financieras juegan un papel clave en la reasignación de capital a gran escala para este cambio, abriendo nuevas oportunidades de trabajo.
La firma estima que se podrían ganar alrededor de 200 millones de empleos y perder 185 millones para 2050 debido a la transición, según un análisis de sectores que producen alrededor del 85% de las emisiones globales. En otras palabras, habrá una creación neta de 15 millones de puestos de trabajo.
Este contenido puede requerir inicio de sesión o suscripción