El 15 de septiembre, el Banco Central de Brasil publicó una lista de medidas para la gobernanza ambiental y sostenible (ESG, por sus siglas en inglés) que obliga a los bancos y otras instituciones financieras a incluir el cambio climático en su gestión de riesgos.
El cambio obliga a los bancos a tener en cuenta las pérdidas potenciales de los choques climáticos en el momento de liberar créditos y préstamos. Además, el Banco Central publicará un informe anual sobre riesgos sociales y ambientales para la rendición de cuentas.
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