Cada minuto, alrededor de US$ 11 millones en subsidios se destinan a la industria del carbón, petróleo y gas natural, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). En 2020, los combustibles fósiles recibieron un total de US$ 5.9 billones, alrededor del 6,8% de todo el PIB mundial.
Según el informe, para 2025, los incentivos para la industria de los combustibles fósiles podrían alcanzar el 7,4 % del PIB mundial, a pesar de las campañas para renovar la matriz energética global y los paquetes de incentivos gubernamentales lanzados durante la pandemia.
Sin caminos claros para la descarbonización de la economía, así como métodos eficientes de medición de emisiones y el avance de modelos más sostenibles, el riesgo para las generaciones futuras persiste. El retraso en las inversiones profundiza la relación insostenible entre el comercio internacional y la contaminación y destrucción de la biodiversidad.
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