Según un nuevo balance anual, la Amazonía brasileña perdió 13.235 kilómetros cuadrados de árboles en un año. La deforestación ilegal aumentó 22% en comparación con el período anterior, cuando totalizó 10,851 kilómetros cuadrados.
El informe fue elaborado por INPE (Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales) y lanzado tímidamente por el gobierno de Bolsonaro el 19 de noviembre, pero está listo desde el 27 de octubre. Los ambientalistas acusan al Ejecutivo y al ministro de Medio Ambiente, Joaquim Leite, de ocultar datos hasta el final de la COP26.
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