Las altas temperaturas y la falta de lluvias han aumentado el riesgo de pérdida de producción agrícola debido a los incendios, que se extienden por varias regiones del país. El daño podría presionar aún más los precios de los cereales.
En Mato Grosso, unas 740 mil hectáreas (casi cinco veces la ciudad de São Paulo) fueron afectadas por incendios de enero a julio de este año, según un análisis del Instituto Centro de Vida (ICV) con datos de la NASA – dos tercios de los incendios ocurrieron en propiedades rurales. En agosto, el sistema BDQueimadas del Inpe (Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales) ya contabiliza otros 3.000 brotes. En Paraná, hubo 2.179 incendios de julio al 8 de agosto, más del doble que en el mismo período de 2020.