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Nacional La preservación del bosque como activo se ha convertido en un potencializador para inversores de todo Brasil, combinando el desarrollo económico y la preservación socioambiental.
Una de estas empresas es A Tal da Castanha, fundada en 2015 y especializada en bebidas vegetales. En 2021, la compañía consumió 1 millón de kg de castañas en grano, lo que equivale a 4,5 millones de kg de castañas frescas. El volumen resultó en ingresos de R$ 18 millones para pequeños productores de la región amazónica.
Oakberry, una cadena de franquicias de venta de açaí, tiene 520 tiendas en 24 países y también cree en fortalecer una economía sostenible en la selva amazónica. Según el fundador y director ejecutivo Georgios Frangulis, “las cooperativas que trabajan con açaí están más estructuradas que las de otras cadenas. Los ribereños han entendido que lo que tienen en el bosque es más valioso que cualquier otro bien. Lo que necesitan es apoyo económico para hacer girar la economía, ya que están muy aislados”.
Cada año, Oakberry consume alrededor de 5 mil toneladas de pulpa de açaí y contrata, en promedio, 3 cooperativas de cada región productora de Acre y Pará. Además, la empresa emplea a 180 personas en su planta de procesamiento de açaí en Belém.
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