A pesar de tener riquezas inimaginables, la Amazonía aún sufre con la pobreza y la dificultad de ocupar su territorio de forma sostenible. Actualmente, la región más grande del país tiene uno de los peores índices sociales y los más altos índices de violencia, además de tener un bono demográfico y terrenos abiertos con enorme potencial y bosques.
La paradoja amazónica es que su gran cantidad de jóvenes sufren sin opciones económicas, el 90% de las áreas deforestadas son improductivas y el bosque solo tiene valor sobre el terreno. A pesar de sus riquezas, la Amazonía tiene serios problemas de pobreza. La región representa solo el 8% del PIB nacional y emite más del 40% de los gases de efecto invernadero. Es una economía muy contaminante y genera poca riqueza.
Por lo tanto, diagnosticar, analizar y buscar caminos para las crisis que se superponen en la Amazonía brasileña son el foco de “Amazônia 2030”, un proyecto que involucró a 60 investigadores de universidades de la Amazonía, FGV, Insper, PUC-Rio y otras instituciones de la región.
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