La cadena productiva del cuero de bovino y la lana de ovino es una fuente grave de deforestación. Al mismo tiempo, las granjas de peletería son peligros biológicos importantes para la salud humana.
Pero en un futuro no muy lejano, los biomateriales de moda hechos de hojas de plantas, residuos de frutas y microorganismos cultivados en laboratorio podrían reemplazar los textiles de origen animal, incluidos el cuero, la piel, la lana y la seda. Con una implementación inicial a pequeña escala, pero una rápida expansión, estas cadenas se han expandido y alcanzado una escala global.
En menos de una década han surgido decenas de startups centradas en el desarrollo de una gama de biomateriales que, además de eliminar el uso de productos de origen animal, incorporan prácticas sostenibles en sus cadenas productivas.
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