Con el rápido aumento de la destrucción de la Amazonía y el empeoramiento de la crisis climática en todo el mundo, las iniciativas que se basan en la preservación de la biodiversidad y que ven el bosque en pie como un activo importante han atraído a una nueva generación de empresarios e inversores.
Uno de esos emprendimientos es Apoena, una empresa de impacto socioambiental fundada en Tefé, Amazonas, en 2020. Enfocada en la producción de harina de yuca, frutas y aceites vegetales y guiada por el extractivismo tradicional, la iniciativa emplea a 50 familias locales. Además de la producción, Apoena invierte en capacitación sobre uso sostenible de la tierra.
El proyecto comenzó con una inversión propia de R$ 600 mil y hoy ya cuenta con 22 empleados y una facturación de R$ 480 mil al año, según uno de sus fundadores. La empresa también ha explorado iniciativas como BNDES Garagem – Negócios de Impacto, que une a productores e inversores.