Instituciones bancarias brasileñas, estadounidenses y europeas están solicitando la ayuda de organizaciones no gubernamentales para dar forma a sus políticas ambientales, sociales y de gobernanza. El año pasado, las ONGs Stand.Earth y Amazon Watch comenzaron a revisar estos estándares.
Descubrieron que muchos bancos han aumentado el crédito y las participaciones en acuerdos con 90 empresas de petróleo, gas y comercio en la Amazonía, aunque adopten políticas para evaluar estos riesgos ambientales y sociales en sus decisiones financieras y de inversión.
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