Para lograr sus objetivos de descarbonización e impulsar la bioeconomía, la UE consumirá inevitablemente más biomasa. Los recursos de biomasa de la UE satisfarán parte de la demanda, aunque estos ambiciosos objetivos también requieren un acceso fiable y sostenido a proveedores extranjeros.
Este estudio ex ante evalúa los impactos potenciales en el cambio de uso de la tierra y las emisiones de GEI asociadas en Brasil como resultado de los aumentos en la demanda de etanol de la UE para 2030, y extrae conclusiones basadas en evidencia para verificar el cumplimiento de la producción de materia prima de caña de azúcar con el criterio REDII. También se calcularon los cambios en el uso de la tierra debido a la expansión de otros cultivos importantes, incluida la soja.
Finalmente, el estudio señala que la diferencia entre las metas de Contribución Determinada Nacionalmente (NDC) del país hasta 2030 (alrededor de 22 millones de toneladas de CO2) y nuestros resultados es de aproximadamente 900 millones de toneladas de CO2 adicionales, lo que podría poner la contribución del país a la París. Acuerdo en riesgo.