Estudio señala que severas sequías han afectado la capacidad de recuperación de la selva amazónica en las últimas dos décadas. Los bosque afectados por la sequía tardan entre 12 meses y tres años en recuperar su tasa de crecimiento habitual y absorber un 13% menos de carbono durante este período.
Según los investigadores, las sequías de 2005, 2010 y 2015 fueron particularmente severas, lo que sirve como una advertencia de que eventos como estos son cada vez más frecuentes a lo largo de los años.
La situación se vuelve más crítica en la Amazonía, que es fundamental para regular el clima mundial. La investigación indica que, combinado con la deforestación y los incendios, el ciclo de sequías extremas ha socavado la resiliencia del bosque y podría acercarlo al colapso general.
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