La Comisión Europea estudia prohibir la importación de productos agroindustriales, como la soja y la carne, vinculados a la deforestación y degradación forestal. Como una forma de eludir la vaga legislación ambiental, la agencia también propone que la regla se aplique a la tala de árboles considerados legales en los países de origen.
Durante la COP26, los mayores exportadores de carne de Brasil presentaron sus modelos de control de origen, pero fueron criticados por no dar seguimiento a sus proveedores indirectos.
Actualmente, la expansión de las tierras agrícolas destinadas a la producción de productos básicos importados por los países desarrollados es el principal motivo de deforestación y degradación forestal.
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